Una policía recibe un llamado de su ex pareja, camionero de profesión, manifestándole que estaba a 150 metros del acceso a Huanguelén, sobre la Ruta 60, en el cual le manifestaba que iba a matar a su hijo de cuatro años y luego se iba a suicidar.
Cuando raudamente llegaron los patrulleros, se encontraron con el dantesco escenario. El menor agonizando (luego terminó perdiendo la vida en el hospital con una herida de bala en la cabeza) y el autor de los disparos fallecido, en el interior del habitáculo del vehículo.
En el lugar, donde se secuestró el arma utilizada, trabajó Policía Científica. En el estado de Whatsapp del camionero había publicaciones que daban cuenta de cuál iba a ser su macabro plan, el cual luego concretó.
Ya había denuncias cruzadas entre el mayor fallecido y quien fuera su esposa.