La Unidad Penitenciaria Nº 3 de San Nicolás volvió a encender alarmas al registrar 980 internos, casi el triple de su capacidad operativa. Según el informe mensual de la Comisión por la Memoria, la sobrepoblación carcelaria provincial sigue en aumento y mantiene niveles críticos que superan ampliamente los promedios históricos. Los datos difundidos por la Comisión por la Memoria, elaborados a partir de información del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, señalan que en noviembre de 2025 había 62.387 personas privadas de la libertad en cárceles y alcaidías bonaerenses. Esto representa un aumento cercano al 4% desde el inicio del año y una sobrepoblación promedio del 115,6%.
La UP3 de San Nicolás se ubica muy por encima de ese indicador: con 980 internos para un cupo de 358, su exceso poblacional asciende al 173,7%, lo que la posiciona entre las unidades penitenciarias más saturadas del territorio bonaerense. Del total provincial, el 94,3% corresponde a varones (56.033 internos), el 5,9% a mujeres (3824) y el 0,2% a personas trans (104). Entre las mujeres detenidas, 60 se encontraban cursando embarazo o criando hijos dentro de una unidad penitenciaria, y 39 niños vivían en establecimientos carcelarios bonaerenses al cierre de noviembre.
En la UP3, en tanto, la población es mayoritariamente masculina: 961 varones alojados (98% del total) y 19 mujeres, que no registran embarazos ni maternidad activa dentro del penal. El cupo femenino, fijado en 18, se encuentra levemente excedido.
Procesados, condenados y acceso a derechos penitenciarios
El informe también detalla que el 46,10% de las personas detenidas en la Provincia permanece bajo prisión preventiva o sin condena firme. Del total, 28.441 están procesadas, 32.070 cuentan con condena y 1073 están detenidas sin prisión preventiva.
Solo quienes poseen condena firme —poco más de 3000 personas, es decir el 11% de la población total— acceden a derechos vinculados al régimen de progresividad de la pena, como salidas transitorias o régimen abierto. Esto implica que el acceso a estos beneficios es limitado frente a un sistema que continúa tensionado por la sobrepoblación.
En paralelo, el exceso de población en comisarías muestra un descenso sostenido. Mientras que el año comenzó con 2614 detenidos en dependencias policiales —más del doble de su cupo de 1262—, el registro de noviembre contabilizó 1663 personas, lo que aún representa más del 30% de sobreocupación.