La noticia ya corre como un reguero de pólvora en ambos lados del Atlántico. En un año cargado hasta las banderas, con la Copa del Mundo de por medio, el fútbol internacional reserva un capítulo de lujo: la consagración de un Rey de Reyes. Argentina, campeona de América, y España, monarca de Europa, se verán las caras en un escenario que para los argentinos vibra con la memoria de la gloria: el Estadio Lusail de Qatar. El viernes 27 de marzo de 2026, a las 15 horas de Argentina, se disputará una Finalissima que es mucho más que un amistoso de gala.

Se trata de un partido emblemático, un símbolo de cooperación y respeto entre confederaciones, y una oportunidad para que los aficionados disfruten de un acontecimiento verdaderamente histórico. Así lo entienden las autoridades que forjaron este pacto, un encuentro que busca celebrar la excelencia al más alto nivel. Del otro lado del océano, el significado es igual de profundo: este partido simboliza la unión de dos continentes futbolísticos y demuestra el alcance global de nuestro deporte.

Para la Albiceleste, será un regreso a terreno sagrado. En ese mismo Lusail, Lionel Messi levantó la Copa del Mundo en diciembre de 2022. Ahora, el equipo que lidera Lionel Scaloni tendrá la chance de revalidar otro título intercontinental. En la edición anterior de este certamen, en 2022, Argentina barrió a Italia con un contundente 3-0 en el legendario Wembley. Aquel triunfo fue el presagio de lo que vendría meses después en Qatar. La historia, por tanto, pesa y favorece: Argentina es el máximo ganador de esta copa, con dos títulos: el de 1993, con Diego Armando Maradona como capitán, y el mencionado de 2022.

Pero España no llega en plan de comparsa. La Roja se presenta con el aura de campeona europea reciente, tras su triunfo en la Eurocopa 2024. Un equipo joven, dinámico y con hambre, que verá en este duelo la prueba de fuego perfecta de cara al Mundial. El partido, sin duda, será un medidor de poder. Se jugará a menos de tres meses del inicio de la Copa del Mundo en Estados Unidos, México y Canadá, lo que añade un condimento extra de intensidad y ansias por mandar un mensaje.

Justamente, el Mundial 2026 ya dibuja un camino fascinante para ambos. Argentina, cabeza del Grupo J, debutará ante Argelia el 16 de junio. Si todo sale como prevé y termina liderando su zona, el cruce en octavos de final podría ser… contra el segundo del Grupo H, donde España es el gran favorito. Un guiño del destino: la Finalissima podría ser solo el primer acto de una rivalidad que se extienda en la cita mundialista.

Mientras los aficionados marcan la fecha en el almanaque, las entidades organizadoras ultiman los detalles. En las próximas semanas se conocerá más sobre la venta de entradas para un partido que promete agotar el gigante de Lusail. Una noche en la que el fútbol, una vez más, será el único idioma. Una batalla previa a la gran guerra, donde dos campeones buscarán dejar claro quién manda en el planeta. La cuenta regresiva, desde ya, está en marcha