Presentan el esqueleto de un megaraptor y la boca de un tiburón gigante
Miercoles, 04 de Julio del 2018 - 10:18 hs.
“Estas garras llevaban a tener hasta más de 40 centímetros de longitud y eran muy afiladas y muy curvadas”, indicó Agnolin. Y agregó: “Esta especie medía entre 8 y 9 metros de largo y tenía un hocico relativamente delgado, estrecho, que hace recordar por su forma al que poseen los cocodrilos”.
Restos de esta especie y sus parientes de entre 90 y 100 millones de años fueron hallados en Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. “No se sabe cuánto pesaba ni muchas de sus características, porque sus huesos no se preservan de manera muy frecuente”, aseveró el paleontólogo.
No obstante, sus grandes garras indican que tenía una estrategia particular para atacar a sus presas. “Los tiranosaurios -como el Tyrannosaurus rex- y Carnotaurus tenían brazos relativamente cortos y supuestamente cazaban a sus presas con su boca armada de enormes dientes; en cambio, para los megaraptores, las manos eran un factor importante a la hora de atacar a sus presas”, observó el investigador del Laboratorio de Anatomía Comparada del MACN.
Además de presentar el esqueleto de este carnívoro alimentándose de un dinosaurio herbívoro de dos metros de longitud, el Museo exhibirá la enorme boca de un Carcharocles megalodon, un tiburón que alcanzaba los 18 metros de longitud y cuyos dientes medían hasta 30 centímetros.
“Los dientes de este enorme tiburón gigante que inspiró la famosa película de la década del 80 se suelen encontrar en la Patagonia”, contó el doctor Agnolin. Y describió: “Tienen una forma triangular con bordes aserrados como cuchillos”.
Al mirar la película de Spielberg, cuesta creer que haya existido un depredador marino así. Sin embargo, el paleontólogo del MACN afirmó que “con el tamaño de los dientes podemos saber cuánto podría haber medido la boca y las reconstrucciones más cautas indican que alcanzaba un metro y medio de apertura, por lo que cómodamente hubiera entrado una persona adentro”.
Existe la fantasía o idea de que en la profundidad de los mares podría seguir existiendo algún que otro ejemplar colosal de un Carcharocles megalodon. Al respecto, Agnolin analizó que “hay filmaciones en Internet que aseguran que seguiría vivo, pero estos videos pertenecen a otros tiburones y todas las evidencias nos demuestran que, por suerte, el megalodon está extinto”.
“No hay evidencia de que esté vivo y, al parecer, se extinguió hace un par de millones de años; de hecho, el hombre nunca habría convivido con el megalodon”, consideró el investigador.
Como la mayor parte del esqueleto de los tiburones está compuesto por cartílago, suelen conservarse únicamente sus dientes. “Actualmente, el tiburón más grande es el tiburón ballena, que mide 12 metros, y se alimenta exclusivamente de krill; en cambio, el Carcharocles megalodon era un cazador activo y pensamos que se alimentaba de pequeñas ballenas que vivían en su tiempo”, relató Agnolin.
“Cuando atacaba a una ballena, este tiburón penetraba con sus dientes hasta rasgar los huesos y eso aparece en los fósiles de los huesos de ballenas rasgados”, aseguró el investigador. Y aclaró: “Pero no sabemos hasta qué tamaño de ballenas llegaba a atacar, porque, al no contar con mucho más registro fósil además de los dientes, se desconoce con precisión su estrategia de ataque; es parte de los misterios en torno a este animal”.
Ambas especies fueron presentadas en el marco de los festejos por el aniversario 206 del MACN. Agnolin mencionó que “es un Museo muy antiguo, creado pocos años después de la Revolución de Mayo por Bernardino Rivadavia y, más allá que en la época de Rosas decayó bastante, luego de ese período comenzó un crecimiento que no se detiene y, año tras año, aumentan las investigaciones y se realizan exhibiciones de nuevas especies de dinosaurios, de animales prehistóricos, como así también de especies actuales, como caracoles, peces, aves y anfibios”.