La familia de Sheila Ayala inhumó este sábado los restos de la nena de 10 años que fue asesinada en San Miguel. Amigos de la familia y vecinos de Villa Trujui, donde vivía la pequeña, también se acercaron a despedirla.

El cortejo llegó a las 9.40 de este sábado al cementerio San Antonio de Padua, en San Miguel, en medio de un operativo de seguridad de la policía bonaerense en vista de los disturbios ocurridos el jueves pasado en el lugar donde encontraron el cuerpo de la nena.

Decenas de personas se acercaron a despedir a la nena y a expresar su dolor y repudio por su muerte violenta: una autopsia confirmó que murió estrangulada con "un lazo", o quizás una sábana.

Sheila estuvo desaparecida cuatro días durante los que se realizó una intensa búsqueda por el predio donde vivía con su familia.

Su cuerpo fue hallado desnudo adentro de una bolsa escondida debajo de un colchón entre dos paredes de edificios a medio construir. Los médicos forenses determinaron que no fue abusada sexualmente.

Hasta ahora Fabián González y Leonela Ayala, tíos parernos de la nena, son los únicos detenidos acusados por su asesinato. El hombre, de 24 años, presenta rasguños en sus brazos que podrían ser producto del intento de defensa, por ejemplo, de su sobrina.

La mujer, de 25, fue una de las más involucradas en la búsqueda de la nena y relató en cámara los supuestos horrores a los que era sometida en la casa de su madre. Pero tanto ella como su pareja confesaron el crimen a la policía una vez que hallaron el cuerpo.