Milán se prepara para un posible cambio de guardia. Entre los pasillos de San Siro y el bunker del club en Viale della Liberazione, el nombre de Emiliano "Dibu" Martínez ha cobrado una fuerza inusitada. La razón es un delicado equilibrio entre el presente impecable y un futuro que pide a gritos una solución de largo plazo. Yann Sommer, el héroe suizo que llegó para dar seguridad, cumple 36 años y su contrato, aunque vigente hasta 2026, no tiene aún una extensión sobre la mesa. Ese vacío es el que impulsa la maquinaria de recambio.

La dirigencia interista no concibe el arco sin una figura de peso internacional. No es un capricho, sino una política. El cuerpo técnico, con Christian Chivu a la cabeza, ha internalizado que la soledad del guardameta exige algo más que reflejos: pide personalidad, carisma y esa cuota de locura controlada que define a los grandes. En ese perfil, el Dibu Martínez no es una opción más; es el candidato ideal. Su estatura en Aston Villa, su consolidación en la Premier League y, sobre todo, su leyenda forjada con la albiceleste en Qatar 2022, son activos que el Inter valora como diferenciales.

El rendimiento de Sommer es intachable. Más de 20 partidos sin recibir goles en cada una de sus dos temporadas completas en Italia lo ratifican como un pilar. Pero el fútbol moderno no espera. La planificación exige anticiparse, y la posibilidad de que el suizo sea traspasado si no renueva en los próximos meses acelera los planes. Ahí emerge la figura del argentino, cuyo vínculo con Aston Villa, si bien sólido, no es inmune a una oferta sustancial de un gigante europeo. El Inter lo sabe.

El perfil Dibu: mucho más que un arquero

Lo que se evalúa en Milán no son solo estadísticas. Se analiza el coraje en los penales, la capacidad de amedrentar al rival, el liderazgo para comandar una defensa y esa mentalidad ganadora que contagia a un vestuario. El Dibu encarna, en esencia, el ADN que el Inter busca para dar un salto cualitativo en su proyecto. Su llegada, además, tejería una dupla argentina de lujo junto a Lautaro Martínez, capitán y emblema del equipo.

La temporada del Inter demanda ambición. Lidera la Serie A junto a Roma, es imbatible en la Champions League y avanza en la Coppa Italia. En este contexto, la portería no puede ser un punto de duda. La opción Martínez aparece no como un salto al vacío, sino como una apuesta segura sobre un nombre que ya ha demostrado, en los escenarios más hostiles, que está hecho para los grandes retos. La negociación con el Aston Villa promete ser compleja, pero el interés es concreto y el jugador, sin dudas, sentiría la tentación de vestir la camiseta nerazzurri.

El futuro se escribe estos días en las oficinas de Italia e Inglaterra. Y en el medio, la figura de un arquero que pasó de ser una revelación a convertirse en el deseo de un gigante. El arco de San Siro podría tener, muy pronto, acento argentino