La ex ministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, volvió a quedar enredada este viernes en una absurda discusión en redes sociales tras un episodio ocurrido en Villa Gesell que con mucha voluntad podría llegar a calificarse apenas de anécdota.

A pesar de ello y en sintonía con la estrategia de construcción de legitimidad que desplegó el macrismo desde incluso antes de ganar las elecciones presidenciales en 2015, la presidenta del PRO buscó capitalizar en redes un debate solo posible gracias a la profunda grieta política que divide a la Argentina.

Así lo dejó en evidencia Tuny Kollman este viernes en C5N cuando contó el trasfondo del "escándalo" de Villa Gesell.

Kollman contó que todo el episodio "está muy agrandado, hay mucho show". Lo cierto es que Bullrich se preparaba para presentar su libro en un pequeño bar de esa ciudad balnearia con una concurrencia mucho menor a la esperada. Apenas si dieron el presente algunos referentes locales del macrismo y nada más.

A pesar del poco interés popular que despertó la presencia de Bullrich en el lugar, desde la organización del "evento" llamaron al 911 antes de la presentación alertando sobre un supuesto escrache se que se estaba preparando en su contra.

A modo de prevención las autoridades locales enviaron al lugar a seis efectivos de la policía bonaerense a custodiar el lugar.

"No fue nadie" contó Kollman, ni a escrachar a Bullrich ni a escucharla hablar, "apenas aparecieron tres personas que le gritaron al pasar algunas cosas, la policía les pidió que se retiraran y lo hicieron sin más".

"Luego -siguió Kollman- alguien ligado a Bullrich les pidió que entraran para agradecerles lo que habían hecho y los policías se cuadraron como cuando me piden a mí el registro. Estaban ahí por las llamadas al 911, sólo eso".