Vidal cumplió la meta del déficit pero surgen dudas sobre la continuidad de la obra pública en 2019 por los ajustes que se viene

Miercoles, 04 de Julio del 2018 - 09:37 hs.

Según el informe de ejecución presupuestaria presentado hoy por la Provincia, en 2017 el déficit de las cuentas bonaerenses fue de $22.306 millones, un 34% inferior al resultado de 2016, y $12.000 millones menos que los proyectados en el presupuesto del año pasado.


El rojo bonaerense fue íntegramente producido por gastos de capital. Es decir, inversiones de obra pública que se incrementaron un 57,9% en 2017 y generaron una diferencia negativa de $34.021 millones. Este déficit fue en parte absorbido por un superávit del resultado corriente (ingresos menos gastos, sin contar las inversiones), que alcanzó los $11.715 millones.

Esto significa que por primera vez en cuatro años la Provincia gastó menos que lo que recaudó, y encauzó la deuda exclusivamente para la realización de obras públicas.

El superávit obtenido fue producto de ingresos que crecieron al 35,1% y  de gastos que lo hicieron a un ritmo inferior del 28%, ambos respecto a 2016. De esta manera, Vidal "sobre cumplió" el pedido del Gobierno nacional de achicar los déficits provinciales.

Según el informe técnico, la suba de los ingresos provinciales estuvo vinculada principalmente al aumento de la recaudación propia y a los mayores recursos nacionales a raíz de la devolución de 6 de los 15 puntos porcentuales detraídos de la masa coparticipada para financiar el sistema previsional. Aquí todavía no se cuenta el ingreso de una ingente masa de dinero a raíz de la eliminación del Fondo del Conurbano, que tuvo su primera fase a inicios de este año.

"La ejecución presupuestaria de 2017 refleja plenamente el esfuerzo realizado por la actual administración en pos de ordenar las cuentas provinciales: en el marco de un ambicioso plan de infraestructura económica y social, el déficit financiero se redujo sensiblemente", destacaron desde la Provincia.

Dudas

Esta situación, no obstante, genera dudas de cara al próximo desafío de la Provincia: hacer frente al recorte que impulsa Nación para cumplir con la meta de déficit del 1,3% para 2019, tal como se comprometió en el acuerdo con el FMI.

Desde el Gobierno nacional barajan varias alternativas, todas en consulta con los gobernadores, pero la mayoría de los caminos conducen a una restricción de fondos para la realización de obras, área en la que la Provincia exhibió sus mayores gastos el año pasado. Incluso en las últimas horas ingresó a la agenda, con alto grado de certeza, el traspaso de la concesión de las empresas eléctricas Edenor y Edesur, lo cual podría significar una importante erogación para el gobierno bonaerense.

De este modo, con el esfuerzo ya realizado en el "achique" de los gastos corrientes, el margen para no tocar la inversión pública ("caballito de batalla" de Cambiemos, principalmente en el año electoral que se viene) parece reducirse