Una denuncia por corrupción salpica a Bolsonaro: su chofer no puede justificar una millonaria cuenta bancaria
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, admitió que su esposa, la futura primera dama, recibió un cheque de unos 6.000 dólares no declarados ante el fisco por medio del chófer de su hijo. “Fue la devolución de un préstamo”, justificó descartando sospechas de corrupción.
Bolsonaro habla por primera vez después de que detectaran a 400.000 dólares en una cuenta del ex chofer de uno de los hijos del presidente electo, el diputado provincial por Río de Janeiro, Flavio Bolsonaro.
"En realidad no fueron 24.000 reales que recibió mi mujer, sino que recibimos 40.000 reales (unos 11.500 dólares) referente a una deuda personal que él tenía conmigo, pero el cheque lo recibió mi mujer porque yo no tengo tanto tiempo para salir", dijo Bolsonaro al sitio O Antagonista.
El caso se inició con una investigación de la Operación Lava Jato en la Asamblea de Río de Janeiro sin vinculación con el clan Bolsonaro, pero ahí la Fiscalía encontró movimientos sospechosos de dinero de Fabricio Queiroz, hoy ex chófer oficial del hijo del mandatario electo, por unos 400.000 dólares, cuando ganaba 2.100 dólares por mes.
Los movimientos sospechosos en las cuentas bancarias de Queiroz, un policía de Río de Janeiro que hace una década trabaja con los Bolsonaro junto con varios miembros de su familia, causaron irritación en el jefe de gabinete designado, Onys Lorenzoni, que cortó una conferencia de prensa irritado con el asunto.
El futuro ministro de Justicia y Seguridad, el ex juez Sérgio Moro, dijo "chau" en una conferencia de prensa cuando le preguntaron si este comportamiento del ex asesor de Bolsonaro tenía vinculación con corrupción o lavado de dinero.
Bolsonaro dijo que su esposa, Michelle, no declaró en el impuesto de renta el dinero que le envió Queiroz, quien estuvo en el Ejército con Bolsonaro en 1984, en la división de paracaidistas.
La revista Veja denunció hoy que en base a los datos de la Fiscalía y del ente que investiga los movimientos bancarios en Brasil, la COAF, que siete empleados del hijo de Bolsonaro abastecieron durante un año las cuentas de Queiroz que están bajo investigación.