La actriz de "Glee" Naya Rivera desapareció tras caer al agua en un lago de Los Ángeles

Jueves, 09 de Julio del 2020 - 23:50 hs.

La actriz estadounidense Naya Rivera, de origen puertorriqueño y una de las caras más reconocidas de la serie de televisión “Glee”, lleva desaparecida desde la tarde del miércoles tras caer al agua en un lago cercano a Los Ángeles, indicaron las autoridades.


Según han informado los medios locales, la actriz estaba de vacaciones junto a su hijo y habían alquilado un bote para dar un paseo y pasar el día. Unas horas más tarde, su hijo de 4 años, fue encontrado solo y dormido en el barco con un chaleco salvavidas.


Naya Rivera es conocida por su papel como Santana López en la popular serie musical


Al parecer, el menor estaba ileso y comentó a las autoridades que salió a nadar con su madre pero ella nunca regresó. En la embarcación alquilada se localizó un segundo chaleco salvavidas para adultos sin utilizar, según los primeros reportes.


A pesar de utilizar helicópteros, drones y equipos de buceo, los equipos de rescate no han conseguido dar con el paradero de Rivera en el Lago Piru, un reserva de 500 hectáreas, y continuarán con la búsqueda “en cuanto salga el sol”.


Rivera es conocida por su papel como Santana López en la popular serie musical “Glee” (2009-2015), y también ha figurado en los créditos del show televisivo “Devious Maids” y del filme de terror “At the Devil’s Door” (2014).


Naya Rivera desapareció tras caer al agua en un lago de Los Ángeles


Comenzó a actuar a los cuatros años de edad en la comedia de la CBS The Royal Family e hizo apariciones especiales en varios programas, incluidos El Príncipe del rap, Cosas de casa y Guardianes de la bahía.


En junio, Naya Rivera declaró que trabajar con Lea Michele fue un “verdadero infierno”. En su autobiografía Sorry, Not Sorry: Dreams, Mistakes & Growing Up ya narraba que la relación con su compañera se terminó cuando su personaje empezó a cobrar más protagonismo: “Pronto ella comenzó a ignorarme, y con el tiempo llegó a tal punto que no me dirigía la palabra. Lea y yo definitivamente no éramos los mejores amigas”.